Seguimos con las leyendas de terror. Cuando yo tenía apenas 11 años me sucedió algo que me dejó marcado para siempre. Todas las noches me acuesto pensando en ello y si me volverá a ocurrir.
Todo pasó una noche cuando me desperté al escuchar un sonido en mi cuarto, me giré y vi una oscura y extraña forma que se fue volviendo más perceptible con la luz que reflejaba el baño. Esta entidad tenía ojos completamente rojos y diabólicos.
Al principio creí que era mi madre, a la cual había llamado en repetidas ocasiones sin haber dado respuesta alguna. Mientras más la llamaba, esos ojos rojos se volvían cada vez más intensos, por lo que hice mi último grito llamando a mi madre mientras me escondía debajo de las sábanas.
Mi madre se había quedado dormida en el sofá del salón principal y al escuchar mi último grito vino corriendo para ver que me había pasado, en ese momento, este demonio desapareció. No lo he vuelto a ver y espero que no vuelva nunca más.
Todo pasó una noche cuando me desperté al escuchar un sonido en mi cuarto, me giré y vi una oscura y extraña forma que se fue volviendo más perceptible con la luz que reflejaba el baño. Esta entidad tenía ojos completamente rojos y diabólicos.
Al principio creí que era mi madre, a la cual había llamado en repetidas ocasiones sin haber dado respuesta alguna. Mientras más la llamaba, esos ojos rojos se volvían cada vez más intensos, por lo que hice mi último grito llamando a mi madre mientras me escondía debajo de las sábanas.
Mi madre se había quedado dormida en el sofá del salón principal y al escuchar mi último grito vino corriendo para ver que me había pasado, en ese momento, este demonio desapareció. No lo he vuelto a ver y espero que no vuelva nunca más.